LA VERDAD EN LA VEREDA
¡¿Hasta cuándo vas a seguir tirado en esa vereda, embruteciendo tus sentidos, para no ver en lo que te has convertido!?
¿Hasta cuándo...vas a seguir permitiendo tanta autodestrucción?
¿Acaso no te das cuenta, que te están manipulando?
¿Creías ser el único dueño de tu vida?, cuando te has dejado convencer tan fácilmente de tu inutilidad.
¡Pobre tonto pretendiendo comprar felicidad!
¡De donde sacaste que la felicidad viene en pequeñas dosis de podredumbre!
¡¿Estas ciego o no quieres ver?!
Mientras te empeñas en tu destrucción, los inteligentes de siempre, te quitan todo lo que creías tener.
Cuando despiertes si es que lo haces, no tendrás siquiera un paño que cubra tus miserias.
Ya no podrás ocultar el rabo que llevas cobardemente entre tus piernas.
Solo tu desolación te acompañará donde quiera que vayas.
Los amigos que se supone tenías, te abandonaron, cuando vieron que las moscas te perseguían, y ya no tenías nada más que les pudiera servir.
Si no fuiste capaz de dar unas migajas de amor a esos fieles compañeros, que siempre hacen de nuestras vidas algo placentero, tampoco tendrás su bendita compañía.
Porque tu perro, sería el único que no te abandonaría, aunque el hambre ronque inútilmente en sus tripas.
Cuando busques la sombra y el abrigo de un árbol, donde poder arrimar tus huesos, notarás, que tampoco con él podrás contar.
También te lo han robado y destruido.
Ahora, que quizá tengas el recuerdo de lo bueno que era trepar a sus alturas, cuando el niño que eras, no tenía otra preocupación que la de ser feliz.
Si no te diste tiempo a descubrir el milagro que ocurre cada vez que plantas una pequeña semilla, no esperes encontrar ahora, la delicia de un simple y jugoso fruto que te alimente.
La ambición de unos pocos ha dejado sin simiente hasta la más remota hierba.
Mientras, tú sigues ensalsandote en tu ignorancia.
No esperes escuchar el trinar en los árboles, se han ido en busca de fecundos campos.
¡Ojala lo encuentren!
Si tienes sed…bueno, ahí comienza otra tragedia.
Tendrás que recorrer largo trecho en busca de semejante bendición.
Los grandes destructores, han contaminado y secado hasta las lágrimas que quisieras derramar por un poco de agua.
Y si la encuentras, no creo que tengas tanto dinero para comprar un pequeño trago de aquello que desperdiciabas tan alegremente.
Si tienes paciencia y un poco de vida, quizá te llueva alguna contaminada gota.
Ojala en algún momento, la gran sequía que hay en tu ser, provoque una chispa.
Tal vez comience así, el gran incendio que necesitas para acabar de destruirte.
Y te darás cuenta que todo esto sucede solo porque tú lo has permitido.
No habrá culpables, solo culpa. No habrá a quien condenar, solo condenados.
Verás lo que has provocado con tu arrogancia, que no era más que ignorancia.
Por creer que nunca ibas a necesitar más de lo que ya tenías…una vereda, un trago y un viaje.
Los que te alimentaban y vestían, también te abandonaron cuando no vieron solución al caos al que habían contribuido en gran parte.
Así que ahora, cuando no queda más por destruir, tendrás que comenzar a vivir tu verdadera vida.
¡Si es que tienes el valor de hacerte responsable de ella!
Busca y rebusca en tu corazón, alguna gota de amor siempre hay, es lo único que nunca muere.
Esa pequeña gota será suficiente para comenzar a curarte, es la única medicina que necesitas para tus males.
Serás capaz de derramar una lágrima por ti.
Aprenderás a amar la vida que te gustaría tener.
Pide ayuda a tu corazón, el tiene todo lo que necesitas.
Te indicará la dirección que debes tomar, lo que debes realizar, para crear el mundo que deseas.
Te conectarás con el universo del cual formas parte, y ni sabías que existía.
Cuando estés preparado y dispuesto, recibirás consejo y orientación.
Florecerán tus veredas, porque la abundancia está en ti.