sábado, 13 de agosto de 2011


LA OLA

Cuando venga la ola,
y nos arrastre al fondo del mar,
allí ahogaremos todos nuestros anhelos.
Cuando nos devuelva a la playa,
secaremos al sol todas las lágrimas,
que inundaron nuestros sueños.
Cuando hayamos perdido
todo lo que creímos nuestro,
cuando veamos pasar por nuestro lado,
tantos anhelos ajenos,
mezclados con nuestras ilusiones,
arrastrados como plumas en el viento.
Observando con impotencia estaremos
como es de efímero lo externo.
Cuando los vientos y las aguas
calmen su furia,
y ya no quede rincón por destruir,
solo muerte y desolación veremos.
Quizá en ese momento veamos la cosecha, de lo que sembramos.

Cuando por suerte o por desgracia,
estés parado en medio de la nada,
y veas tus manos llenas de vacío
y sientas el calor del sol en tu espalda,
trata de recordar el niño que fuiste…
cuando tu madre te enseñó,
a plantar una semilla,
a dar un abrazo,
y hacer una oración.
Entonces… tal vez te des cuenta,
que todavía queda mucho por hacer.
Tus manos estarán llenas,
tendrás que decidir de qué.

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